Moldava, entre dos orillas

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El río Moldava, es el cauce fluvial más grande de la República Checa, y  divide a Praga en dos partes a su paso por ella.

De una orilla a la otra, esta ruta recorre el Moldava, desde el Puente Carlos, hasta terminar en el Rudolfinum.

Moldava, entre dos orillas

Durante mucho tiempo el puente Carlos fue la única forma de cruzar el Moldava en esta parte de Praga. Recién a mediados del siglo 19 se comenzó la edificación de otros puentes y la construcción de algunos muelles, en especial el que bordea Staré Mesto (ciudad vieja) y Nové Mesto (ciudad nueva).

A. Isla Kampa

Dependiendo de que lado del río comencemos esta ruta, cruzaremos el puente Carlos. Entre el Moldava y el Certovka, un brazo que se separa el río, la Isla Kampa parece única a la ribera izquierda. Apenas se atraviesa, la vista es colorida. Pasando por debajo del puente, nos encontramos con varios restaurantes y cafés.
Podemos bajar por la escalera que esta al final del puente a la derecha y después durante unos metros, recorremos la calle U Luzickévo Seminare.
La plaza Na Kampé, bordeada de casas construídas entre los siglos 17 y 18 es otra de nuestras paradas en la ruta. Merece la pena detenerse a contemplar las mansiones, en especial la del “Zorro Azul” en el n1, en donde funciona la embajada de Estonia.
El Museo Kampa es otra interesante visita. Funciona en un viejo molino y es el hogar de los famosos “bebés gigantes”.

B. Puente de las Legiones

A la salida del museo, nuestra ruta continúa hacia la izquierda por el camino que lleva hasta una escalera. Subiendo llegamos a un muelle arbolado y al elegante Puente de la Legión. Construido en 1901, este puente, une Malá Strana con Národníla avenida más imporante de la ciudad, y en donde se encuentra el famoso Teatro Nacional.
A mitad del puente, una escalera situada a la derecha permite alcanzar la Isla de los Tiradores, que cuenta con algunos restaurantes y es nuestra próxima parada en esta ruta por las orillas del Moldava..

C. Café Savoy

Volvemos a tierra firme para visitar este emblemático café de PragaCafé Savoy es uno de los lugares más queridos de la ciudad, desde hace mucho tiempo. Lo que más impresiona al entrar es su interior y especialmente el techo neorrenacentista que data de 1893, las arañas robustas y los interiores modernistas de madera y mármol.

D. Monumento a las víctimas del Comunismo

Volvemos a tierra firme para visitar este monumento en Praga. Siete estatuas de bronce de hombres desnudos van recortándose a medida que se sube a una escalera de cemento. Este monumento, erigido en 2001 es obra de Olbram Zoubek, no deja indiferente a ningún viajero.

E. Isla de los niños

Esta isla brinda tranquilidad y es un lugar ideal para descansar de nuestra ruta. Lo primero que veremos es una estatua esbelta que simboliza el Moldava y el pedestal adornado con relieves sobre el que se apoya, representa las afluentes del río. Hay lugares para hacer deporte y juegos para niños, cafés, restaurantes como el Jazz Dock Café, en el número 2 del muelle Janacek.
Más al sur, en la margen derecha, aparece poco a poco la silueta de la Basílica de san Pedro y san Pablo. La construcción de la esclusa en el año 1911 unió la Isla de Petrzilek con la de los niños.
Es la más pequeña de las Islas de Praga y tiene su origen en el burgués y molinero Jan Petrzilek, quien en 1483 fue autorizado a construir un molino, del que solo queda la torre. Al llegar al final del muelle, cruzamos el puente Jirásek, continuando la ruta.

F. Casa Danzante

Una vez que recorrido este puente para alcanzar la orilla derecha. Continuar por la ribera izquierda antes de cruzar el puente, llevaría al barrio de Smíchov, en otros tiempos una zona industrial, es hoy en día un conglomerado de extensos centros comerciales, edificios de oficinas y algunas zonas verdes, pero sin mucha atracción para el viajero.
Sin embargo, una de las opciones interesantes es visitar la Villa Bertramka, donde vivió Mozart, un islote de vegetación y de paz de otros tiempos.
A lo largo del muelle Masaryk, en el otro extremo del puente Jirásek, otra de las atracciones de Praga; el edificio danzante. Llamado también “Ginger y Fred” por sus dos grandes torres de cristal, que recuerda a una pareja de bailarines que en 1996 supuso la introducción de la arquitectura contemporánea en el corazón de la ciudad.
A la izquierda del puente Jirásek, el muelle Masaryk ofrece otros atractivos, en especial el desfile de edificios de estilo neogótico, neorrenacentista y neobarroco.
Frente a ellos, la galería Mánes de Otokar Novotný, obra maestra de la arquitectura funcionalista.

Y de camino al nuevo punto de la ruta, no esta de más recargar energía en La Cervecería mas antigua de Praga


G. Teatro Nacional

La ruta siga…(si, hay que caminar bastante!). Pasamos por la Isla Eslava y el pabellón Zofin, un lugar de gran importancia para la vida cultural de Praga.
Al final del muelle llegamos al hermoso Teatro Nacional. Símbolo de la lucha de los checos por el reconocimiento de su cultura y de su lengua. Para los que puedan, le recomendamos reservar una entrada para ver algún espectáculo.
Al lado del teatro, hacemos una parada en el Café Slavia, en la esquina de Národni y del muelle Smetana, ha sido testigo de varios acontecimientos históricos. Concebido cuando se ignauguró en 1881, como un anexo del Teatro, este café  fue a partir de 1930 el lugar de reunión de los intelectuales praguenses.

H. Clementinum

A lo largo del muelle Smetana que lleva hasta el puente Carlos, donde tenemos hermosas vistas al castillo.  En unas pocas calles, estamos en la parte trasera del Clementinum. Dejándolos atrás, continuamos por la calle Krizovnicka, hasta la plaza Jan Palach, llamada así por el estudiante que de inmoló al pie del museo Nacional, el 16 de enero de 1969 para protestar contra la ocupación de Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia.

I. Rudolfinum

Ya terminando esta ruta por las dos orillas del Moldava, dos edificios dominan este gran cruce a orillas del río; la Facultad de Filosofía y el Rudolfinum, sede de la Orquesta Filarmónica Checa. Construido entre 1876 y 1884 por los mismos arquitectos del Teatro Nacional.
Los conciertos que se celebran en la gran sala Dvorak, una de las salas más hermosas del mundo, no deben hacer olvidar que el Rudolfinum sigue siendo en la actualidad un gran lugar de exposiciones de arte moderno y contemporáneo.

Cruceros por el Río Moldava

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